Thursday, April 03, 2008

Dios:
Aunque creo que estás en todos lados (porque realmente creo en tí) y en todos lados puedes escucharme, decidí venir a la iglesia; es el único lugar cerca de mi casa en el que puedo ordenar mis ideas. Sé que no suelo venir muy seguido, pero no creo mucho en los ritos católicos; pienso mucho en estos asuntos espirituales y no creo que la religión católica me pueda ayudar, ni ninguna otra. Creo que las religiones establecen sugerencias para mejorar la convivencia con todo lo que nos rodea. Me gusta saber un poco de todo lo que puede salvarme del vacío existencial/individual. Siempre busco la superación, el amor en mí y en los demás... es una necesidad un tanto ingenua. Pero no vengo a hablarte de mis creencias religiosas. Simplemente creo en tí y lo demás no me importa. Me he permitido la libertad de escoger en quién creer y algo me dice que mi fe está bien encausada.
Vengo a pedirte que me escuches: me siento confundida y eso me vuelve un tanto desdichada, sé que tú lo sabes mejor que nadie, aunque ría fácilmente.Yo no supe hasta hace unos meses qué camino escoger. Decidí dejar lo que tenía porque no me correspondía. No quería sentirme condenada a algo que consideraba incongruente. A pesar de la opinión de muchos, hice que mi voluntad ponderara. Ahora tengo un nuevo horizonte, pero aún no sé si el destino que tú construyes para mí me permitirá llegar ahí. Es un reto que me he propuesto superar... Sin embargo, a pesar de que mi decisión parece ser contundente, estoy temorosa de ignorarla. Sé que no se castigan las intenciones, pero las tentativas fallidas me parecen un ofensivo padecimiento recurrente. No quiero que el futuro sea igual que ahora, no quiero experimentar ejecuciones frustradas... Me siento lista para variar las cosas un poco. Quiero encontrar mi lugar en este mundo. Dame la fuerza, permíteme intentarlo... Realmente me gustaría que mi destino dejara de contenerme y así cumplir mis expectativas. Yo sé que mi recorrido por la vida se computa, se registra y nada pasa desapercibido... esta vez espero que el entusiasmo y la dedicación me reivindiquen. No conozco más fantasias que las cumplidas...
Todas estas desiciones de hace un tiempo fueron imprudentes, pero más valía enterarse de todo tarde que nunca. Cambiaron cosas, relaciones (que prometo no se repetirán) y creo que el aire no sigue siendo el mismo, es más ligero. Me he permitido pensar cosas nobles y también espero que se cumplan en el momento más óptimo, con la persona más óptima.
Creo que no ambiciono mucho... quiero una vida normal. Saberme a mí misma, pertenecer a algo por el simple hecho de sobrevivir, querer y ser querida por un hombre, tener hijos... quiero comprender, transmitir, pero no deseomemorizar ni transcribir mis días pasados. Estoy a la espera de muchas experiencias. El procedimiento futuro es indescifrable... más espero consolar mi existencia cuando eso pase. de no ser así, tendré que interpretar mi vida de otra forma... En eso, Dios, también quiero que estés presente.
Deseo e intento... A Dios rogando y con el mazo dando.
Ahora estoy mejor, Dios.
Amén