Creo que a veces tengo derecho a no ser elegante, sobre todo cuando se trata de hacer limpieza y trabajo doméstico; uno siempre termina jodido y la casa ninca está reluciente. Ya me había quejado antes: no quiero pasar mis vacaciones haciendo la limpieza de la casa, quiero tomar un curso de fotografía y trabajar. Sin embargo, mis papás exigen que mientras no está la muchacha, yo tengo que hacerles TODO, so la acusación de ser una perezosa, mezquina, egoista que se niega a cooperar.
No es que no quiera hacerlo, pero me decepciona que nunca están agusto con lo que hago. Aún no ha habido un día en que yo no agarre la méndiga escoba para barrer. Mi rutina estas semanas ha sido: levantarme, atender a mi sobrina, lavar trastes, tender camas, barrer, lavar ropa (si es que hay). Además de ir al mercado, hacer de comer, ordenar y limpiar la cocina y trapear... Cuando llegan mis papás, la gran hazaña pasa desapercibida y todavía más si no entregué la basura al camión o nimiedades de esas. Ante tales faltas de atención mi trabajo se viene abajo. Creo que no es justo.
No sé, saber que en mi casa me va así de jodido y luego ver éste video como una alegoría de la vida profesional, me desalienta mucho...
Thursday, January 04, 2007
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