Generalmente las cumbias proveen a mis viajes en microbús un toque tropical y nauseabundo. Hoy no fue la excepción. Me subí a un camión para llegar a mi casa. Estaba cansada. Me senté y esperé a que el micro saliera de la base. No habíamos avanzado ni 5 metros cuando el chofer encendió el radio de la unidad, era un disco con una antología de cumbias. Iba por avenida Universidad y la cumbia de la paloma estaba a todo volumen. Al principio me dio risa, recordé los días en la secundaria cuando me pitorreaba de esa canción. Pero el gusto me duró poco, a la altura del metro Zapata, yo ya estaba harta, harta, harta. Comencé a deprimirme cuando pusieron una cumbia hecha de sampleos que decían: "pónganle al niño Jorge", una y otra vez. Me sentí pobre y corriente. Al lado del microbús en el que iba estaba un coche, uno nuevo, y lo manejaba una tipa rubia y bonita. Y yo me meneaba al son de "No te metas con mi CuCu" y las maniobras cafres del microbusero. Fui la más desdichada, casi me pongo a llorar.
Yo sé que no me merezco esto. Dios, ¡¡¿¿por qué??!! Ya no quiero soportar las cumbias del microbus, ni el reggaeton, ni la salsa, ni el pasito duranguense, ni mix 106.5; no quiero escuchar Take on me una vez más. NNNNNOOOOO!!!!! Tengo que aprender a manejar antes de que le pique los ojos a un chofer. Yo pensé que el microbus era un paliativo al horrible metro pero ya veo que no.
Monday, June 25, 2007
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4 comments:
Tambien puedes comprate un discman o similar...
Bueno, si compras coche... ahi luego invitas a pasear :)
nunca. el metro tiene 10 vagones de encanto por cada asiento de incomodidad de microbús.
el tangerine!
pues el metro tiene también sus detalles,, parece que cuando más concentrado vas en tus lecturas de viaje es cuando aprovechan los vendedores de discos para ponerte su bocina en la oreja... pero pues el reproductor portatil de música es buena idea... eso sí,, con tal de no escuchar las cumbias puedes quedarte sorda por subirle tanto el volumen...
saludos...
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